Ciertas veces aun después de haber gastado toda esa energía, las formas en que las diferentes personas funcionan tanto en equipos como individualmente, afectan de manera negativa los resultados.
Con demasiada frecuencia estas cuestiones consideradas como “ligeras” se convierten en esquemas arraigados que determinan el aspecto que adquiere la empresa misma y la forma en que funciona.
Las debilidades personales y una dinámica interpersonal pobre pueden eclipsar los puntos fuertes; toda la inteligencia y todas las habilidades individuales de los miembros de equipo no producen los resultados que usted desea.
Tal vez se han perdido oportunidades, incluso cuando utiliza más tiempo y energía en un esfuerzo por intentar hacer que la gente siga en la dirección correcta.
Quizás usted puede identificar ciertos problemas en los cuales su equipo de trabajo se ve estancado…
•Los resultados son inferiores a los que debería estar produciendo la combinación de los talentos de todos.
•Los pensamientos y actitudes negativas echan raíces; las personas dan la impresión de ser “víctimas” de la economía.
•Ciertas personas tienen demasiado poder en un equipo o en un departamento lo cual permite que la disfunción se infiltre al resto.
•La velocidad de actuación se ve paralizada y ausente mientras que los planes y decisiones se retrasan.
•La cultura tolera la mediocridad o incluso una actuación pobre.
•Las personas de su equipo no están del todo enfocadas en lo que hacen.
•La costumbre de echarse mutuamente la culpa reemplaza una manera saludable de resolver problemas.
•La comunicación se produce en “la reunión después de la reunión” en lugar de producirlo frente a todo el equipo.
•No se ejerce en realidad una buena rendición de cuentas aunque el personal tenga “jefes”
•Los “atrasos” se han convertido en la norma.
•La celebración de los triunfos ya no se ve tan frecuente como solía ser.
•La empresa se siente dispersa en lugar de que sea una trayectoria centrada y ascendente.
•La organización tiene un aspecto de un alocado rompecabezas con faltas de cohesión y resultados desiguales.
¿Se ha detenido a analizar a la empresa en su totalidad?
¿Alguno de estos puntos le han sonado familiares?
No hay de qué preocuparse, las frustraciones descritas se producen con frecuencia incluso en el caso de personas talentosas y organizaciones de alto rendimiento pero es muy importante el observar cada una de ellas para poner una pausa en los instrumentos que ya no se requieren más y comenzar a realizar nuevos planes y nuevas estrategias para obtener resultados enriquecedores.