El liderazgo empresarial, al igual que su entorno, debe de modernizarse y reinventarse. Y aunque hasta ahora no lo haya hecho al mismo paso es tiempo de ponerse al día.
Estamos en un mundo distinto al de hace 30 años en casi todos los sentidos, entonces ¿por qué seguimos dando por válidos métodos antiguos hoy en día? Hablando de liderazgo empresarial, los modelos tradicionales ya no logran adaptarse a las nuevas necesidades que las empresas tienen, por esa razón es imperioso el desarrollo de nuevas habilidades en este ámbito. Hoy no venimos a inventarlas, sólo venimos a presentarlas y, aunque parezcan muy sencillas de tener o adquirir, lleva tiempo el desarrollarlas de manera adecuada.
Habilidades del liderazgo empresarial moderno
- Entender. Es necesario el darse cuenta de los cambios del mercado, ¿suena a algo obvio no? Lo nuevo se trata de entender en cómo dichos cambios son influenciados por la irrupción de nuevas tecnologías, y cómo funcionan estas tecnologías.
- Dominar. No nos referimos a dominar a las personas sino a dominar las nuevas tecnologías de las que acabamos de hablar. Sí, el saber para qué son y cómo funcionan es importante pero dominarlas es lo que realmente las hace útiles.
- Inteligencia emocional. Este punto abarca varias cosas, pero hablando de liderazgo empresarial se reduce a llevar un buen manejo de las relacionales laborales, la promoción de un ambiente democrático y participativo así como de la creatividad y la innovación.
Aunque para las nuevas generaciones las nuevas tecnologías sean pan comido no hay que olvidar que no sólo ellos forman parte de las empresas que existen, y que la inteligencia emocional es una habilidad indispensable para construir relaciones beneficiosas y aprovechar mejor lo recursos.
Hay que buscar la manera de integrar en las generaciones más añejas estas habilidades y, aunque esto no sea sencillo, hay varias herramientas para lograrlo como capacitaciones o la contratación de conferencistas de liderazgo experimentados que aporten nuevos conocimientos. Realmente no hay excusa para no reinventarse y dar lo mejor de nosotros mismos.