El relevo generacional y el cambio en los hábitos de consumo y costumbres sociales ha provocado una transformación de las prioridades laborales y que, por tanto, las empresas se preocupen por aspectos a los que hace años no se daba tanta importancia. Más allá de los resultados y balances económicos, los directivos son cada vez más consciente de la importancia de un buen ambiente laboral y unas condiciones óptimas para los empleados.
Los grandes retos del mañana pasan por adquirir y Desarrollar una serie de competencias y habilidades. Es obvio que vivimos en un mundo en constante cambio, cada vez más dinámico y desafiante. Esta complejidad se traslada también al entorno empresarial, en continua evolución.
Las organizaciones del siglo XXI necesitan líderes capaces de adaptarse a estas transformaciones, que consigan mantener el barco a flote a pesar de los continuos golpes de timón.
En este sentido, los retos más destacados a los que se enfrentarán los directivos en el terreno del management durante 2020 serán:
Fomentar la felicidad dentro de la empresa
Encontrar el equilibrio entre el bienestar mental y el entorno laboral provocará un mayor y mejor rendimiento de los profesionales y potenciará la motivación a largo plazo. Gestionar de manera inteligente la energía emocional del equipo dará lugar a un clima de trabajo de colaboración y productividad.
Respetar las jornadas de trabajo
Alargar las jornadas de trabajo sin necesidad da lugar a equipos estresados, cansados y descontentos que pueden experimentar estancamiento profesional. Por ello, es importante respetar los horarios y jornadas laborales de los empleados, además de fomentar las actividades en tiempo libre o la conciliación
Buscar una comunicación más efectiva
La diferencia entre comunicar bien o mal tiene profundas implicaciones en el desempeño de toda la organización. La comunicación es esencial para el desarrollo del negocio y, por tanto, debe basarse en tres reglas fundamentales: escuchar antes de ser escuchado, aclarar el significado de todo aquello que pueda ser entendido de forma ambigua y no olvidarse de comprobar que el mensaje ha sido comprendido correctamente.
Gestionar la diversidad en los equipos
La diversidad de género, cultura y edad enriquece los equipos y genera creatividad a través de la diferencia. Contar con equipos demasiado homogéneos pueden empobrecerlos, por lo que saber valorar la opinión divergente y lo que la particularidad de cada empleado aporta al grupo es uno de los retos del liderazgo actual.
Enfrentarse al cambio constante
El mercado actual está caracterizado por una transformación constante. Aceptar estos cambios y dinamismo en las reglas del juego es una de las claves del éxito del líder y su negocio. Trabajar esa sensación de incertidumbre a través de prácticas como la meditación o el mindfulness puede ser de gran utilidad.
Conciencia de liderazgo
Durante los últimos años, el liderazgo ha captado la atención de expertos sociólogos y directivos de grandes compañías. Casi todos coinciden en señalar los efectos positivos que los buenos líderes han tenido sobre la eficacia de las organizaciones. Sin conciencia de liderazgo es y será mucho más difícil alcanzar el éxito.
Las organizaciones del futuro demandarán líderes formados para serlo, personas que se preparan realmente para liderar. El reto está en desarrollar esas competencias personales de forma consciente (liderar el cambio, innovación y creatividad, trabajar en equipo, habilidad para aplicar los conocimientos a la toma de decisiones, comunicar, etc.).
Un líder del mañana sabrá que lo es, se parará a revisar sus objetivos antes de lanzarse a por ellos, contará con su equipo y se rodeará de las personas más capaces para alcanzar la meta. En definitiva, el reto será cuidar y desarrollar el liderazgo.Te va a interesar:Innovación constante
INNOVACION CONSTANTE
es un factor clave en el éxito de cualquier negocio. Las exigencias de competitividad que afrontan las empresas, presentes y futuras, son enormes. Estamos en un entorno impredecible que requiere reaccionar rápido.
La buena noticia es que vivimos en un escenario propicio para fomentar la creatividad, con una cada vez mayor accesibilidad y multitud de herramientas para impulsar la innovación. El ejercicio del liderazgo exige dar importancia a la innovación en cualquier ámbito y comprender que el verdadero riesgo radica en la no-innovación.
Los líderes lograrán que todos en la organización, desde directivos a empleados, se impliquen en desarrollar un clima de innovación donde se premie la creatividad.
Inteligencia Colectiva
La mayoría de las organizaciones de hoy en día se sustentan sobre estructuras verticales, donde no todos pueden cooperar de la misma forma. La tendencia es ir asumiendo progresivamente un modelo más horizontal, basado en la colaboración.
Con el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y especialmente de Internet, la inteligencia colectiva cobrará cada vez más fuerza. El liderazgo del mañana irá cada vez más encaminado a potenciar esa inteligencia colectiva.
En las manos del líder estará evitar que el grupo no sea más que una “masa” y, por el contrario, se comporte de manera eficiente e inteligente. Así, en los procesos de tomas de decisiones participarán cada vez más personas y el liderazgo potenciará ese agente de cambio.
Metamorfosis. Liderar el cambio
Tradicionalmente se ha dado una gran importancia a las funciones de planificación, análisis y control, que ejercía el líder sobre el resto del grupo. Precisamente por el cambio continuo al que ya hemos dicho que nos enfrentamos, estas competencias serán más y más prescindibles, pues el líder no puede materialmente controlar un entorno tan impredecible.
Por ello, la capacidad de adaptarse a los cambios se valorará cada vez más y el liderazgo exitoso estará sustentado en esa habilidad de transformación. Además, los líderes se moverán con mayor frecuencia entre diferentes culturas y modelos de negocio, por lo que necesitarán mostrar flexibilidad y adaptabilidad. El líder del futuro está llamado a ser el motor del cambio.
Inteligencia Emocional y Soft Skills
Las competencias sociales o “soft skills” se mostrarán -como lo hacen ya en gran parte- como una de las aptitudes más demandadas. Estas competencias son las habilidades para persuadir, influir y convencer a los demás para la consecución de los objetivos.
El liderazgo demandará estas competencias de forma categórica, en tanto que el dominio de esas soft skills se traducirá en un valor indiscutible para la empresa. El líder del siglo XXI debe alzarse como ‘social influencer’ sobre su entorno. Una de las mayores prioridades de la empresa en el siglo XXI será comprender y cuidar el proceso de comunicación dentro y fuera de la propia organización.
Conectividad
Si ya hace tiempo que vivimos en la era de las comunicaciones, la conexión entre empresas, instituciones y personas será cada vez mayor. El uso de dispositivos tecnológicos (Internet, redes sociales, productos audiovisuales, etc) ha influido positivamente en la productividad y también en la satisfacción laboral.
El liderazgo se servirá de estas conexiones para mejorar los procesos productivos y obtener ventajas competitivas. La capacidad para mantenerse “conectados” será básica para la supervivencia de las organizaciones y la optimización de los negocios. El social networking formará parte del ADN de cualquier compañía.
Los líderes del mañana tendrán, por tanto, que asegurar esa conectividad para garantizar el acceso de su equipo en cualquier momento y desde cualquier parte, procurando siempre la seguridad y la integración adecuados para ser verdaderamente eficientes.
Empatía
El líder futuro debe ser un mentor. Uno de los grandes retos del mañana pasa por construir líderes capaces de generar confianza y demostrar empatía hacia los demás, dentro y fuera de su propia organización.
Para compartir una visión y tratar de conseguir un objetivo común, el liderazgo de éxito debe apelar a las emociones y convertirse en una fuente de motivación, para lo que será necesario el respeto a los demás, la empatía y la defensa de unos ideales propios con los que previamente se ha conseguido una identificación del grupo.