Las emociones tanto positivas como negativas “contagian” a su equipo.
El cerebro no puede funcionar sin que las funciones ejecutivas estén en su sitio, tampoco puede funcionar si se está ahogando en las hormonas producidas por el estrés del trabajo. La realidad científica es que su gente piensa mejor cuando no está estresada, temerosa o deprimida. Son muchos los líderes que no se preocupan demasiado…